Tipos de daño

Nuestros dos héroes encuentran la guarida de los bandidos, pero un centinela se interpone entre ellos y la entrada. A pesar de tener la ventaja numérica y que podrían atacar de frente, no lo hacen por la armadura que viste el guardia, cota de mallas. Saben que la Falcata del mercenario no va a ser capaz de atravesar la protección, la cota de mallas está hecha para evitar daño cortante, sin embrago es vulnerable al daño perforante de las dagas que porta el ladrón. Esto les obliga a cambiar de estrategia a una más sutil, mientras el mercenario le distare, el ladrón le gana la espada y le intenta apuñalar.

El mercenario sale de su escondite y el guardia que le ve, va a por él. Nuestro héroe es el primero en actuar y alcanza a su oponente con una fuerte estoca, pero el golpe no es capaz de atravesar la armadura.

Turno del guardia que falla su ataque.

El ladrón que ha ganado la espalda a su oponente y esta distraído, le apuñala con su daga, daño perforante, la cota de mallas no absorbe este tipo de daño, por lo que el guardia recibe todo el daño que le hagan…

Finalmente la estrategia ha salido bien y el guardia cae muerto después de varias puñaladas.

Cada protección se ha ideado para parar un tipo de daño, al mismo tiempo se diseñaba un arma para atravesar la nueva protección, a la vez que se buscaba la manera de parar este nuevo armamento. Las armaduras evitan que el afectado reciba daño, absorbiendo parte del mismo, pero no protegen contra todas las armas, cada armadura se diseñó para parar determinados tipos de daño.

Durante los combates saber atacar al enemigo con la protección mas vulnerable al tipo de arma que se porta es importante y puede inclinar la balanza a favor de la victoria, no solo ganan los que atacan más rápido o los que tienen una armadura más pesada, saber a quién atacar dependiendo del armamento con el que se cuenta es un factor determinante para ganar. Por esto las armas con más de un tipo de daño, como el hacha de armas adquieren más protagonismo y son tan mortales.

Saber usar el tipo de daño contra las diferentes protecciones, unido al tamaño de las armas y la velocidad de acción necesaria para blandirlas hace que el combate sea más estratégico. Si a esto le sumamos la baja cantidad de puntos de vida que tienen los personajes obliga a los jugadores que tengan que decidir a qué enemigos enfrentarse dependiendo de las armas que porten y las armaduras que vistan los oponentes, no es buena idea atacar de frente a un grupo de enemigos que visten cotas de mallas cuando todos los miembros del grupo portan armas cortantes.

Ir a lo loco no es la mejor opción si se quiere sobrevivir.






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