Legio XII Fulminata
Las estrellas iban desapareciendo a medida que el cielo se volvía azul. La frescura de la noche quedaba atrás a la vez que el astro rey se alzaba, el cielo despejado antojaba otro día de calor extenuante. El agua era cada vez más escasa, y debido a las altas temperaturas los soldados apenas podían portar la panoplia, entraban en combate fatigados. El magnífico equipamiento que hacía de la legión romana la mejor infantería pesada del mundo ahora jugaba en su contra. La legión Fulminata se encontraba acampada en el curso alto del Danubio. Luchaban contra un contingente más numeroso de bárbaros germanos, conocidos como los Cuados. Los enemigos eran conscientes de su situación y no atacaban de forma abierta, ni continuamente, pensando que las condiciones extremas de calor y falta de agua acabaría por rendir a los legionarios. Exhaustos y heridos, los soldados del emperador Marco Aurelio resisten a duras penas. Arnufis el egipcio, amigo personal del emperador y mago de la corte,